miércoles, 30 de noviembre de 2011

COSMETICOS

Así se elaboran los productos cosméticos
El proceso de elaboración de un producto cosmético, desde que se investiga hasta que llega a los puntos de venta o distribución, engloba una serie de fases complejas que tienen como objetivo final ofrecer a los consumidores un producto lo más eficaz posible. Para regular dicho proceso, existen una seria de códigos jurídicos que vigilan el cumplimiento de unas condiciones higiénicas y sanitarias. En concreto, en este artículo hablamos del decreto 1599/1997, para que conozcas de forma más detallada en qué consiste la elaboración de un producto cosmético y las garantías con las que puedes emplearlo.

¿QUÉ ES UN COSMÉTICO?

El 17 de octubre de 1997, el Real Decreto 1599/1997 definía todas las cuestiones referentes a los productos cosméticos, entre las que destacaban las condiciones técnicosanitarias que deben reunir y los requisitos que han de cumplir las instalaciones en las que se elaboran.

Según este decreto, se considera producto cosmético a 'toda sustancia o preparado destinado a ser puesto en contacto con las diversas partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto y/o corregir los olores corporales, y/o protegerlos o mantenerlos en buen estado'.

En lo que se refiere a las formas de presentación de los productos, en los últimos años se han producido multitud de avances al respecto, con el objetivo de facilitar la aplicación y mejorar los resultados obtenidos. Entre las formas cosméticas más habituales destacan: las soluciones hidrófilas (por ejemplo, los tónicos): las soluciones lipófilas - los aceites-; los sprays y aerosoles: los geles, que se obtienen al tratar una solución con un espesante adecuado ara darle la textura característica; y, principalmente, las emulsiones, que se caracterizan por la dispersión de dos fases inmiscibles (una acuosa y otra oleosa) a través de la acción de un sistema emulisonante.

Los criterios que se siguen en la elección de cada una de las formas cosméticas de presentación variarán teniendo en cuenta la formulación de una base adecuada para la función a desempeñar, en la cual se incluirán ingredientes activos seleccionados por su capacidad de proporcionar el beneficio deseado.
Así, también cabe considerar la naturaleza del producto, siendo necesario y aconsejable incluir una serie de ingredientes que preserven y mejoren las propiedades de la formulación y que proporcionen una aplicación adecuada. Un buen cosmético será aquél que incluya un sistema conservador, para evitar la contaminación microbiana, antioxidantes, capaces de proteger los ingredientes frente a la oxidación, perfume, filtros UV, solubilizantes, emulsionantes y modificadores reológicos, para conseguir la textura y propiedades de aplicación deseadas, entre otros componentes.

¿CÓMO SE DESARROLLA UN COSMÉTICO?

El primer paso en la elaboración de cualquier producto es una intensa etapa de investigación y desarrollo, durante la cual se experimenta con las nuevas texturas y se estudia los efectos de la incorporación de nuevos productos.

Una vez se ha obtenido la formulación más efectiva, se hace necesario investigar su estabilidad, seguridad y eficacia. Para predecir el comportamiento del producto en el tiempo, se realizan estudios de envejecimiento acelerado. Del mismo modo, también se llevan a cabo estudios de eficacia del sistema conservante, estudios sobre la inocuidad del producto para garantizar su seguridad, estudios sensoriales con paneles de voluntarios para evaluar la percepción subjetiva de la formulación y estudios sobre la eficacia del producto para la aplicación concreta a la que va destinada.
Antes de iniciar la producción del producto debe realizarse la adaptación de la formulación de pequeñas cantidades en el laboratorio a niveles industriales. Este proceso se lleva a cabo a través de una serie de pruebas piloto que acabarán determinando el proceso de producción.


¿CÓMO SE FABRICA UN COSMÉTICO?
El proceso de fabricación de productos cosméticos está formado por una serie de actividades, que abarcan desde el almacenamiento y control de las materias primas, hasta el envasado y acondicionado que se ajuste a la presentación final del producto y su distribución. Todas las instalaciones implicadas deben estar autorizadas, previa inspección, y deben cumplir condiciones que garanticen la máxima higiene en todas las zonas de trabajo, y muy especialmente en las dependencias en las que el producto se encuentra en contacto con el ambiente; por tanto, techos, suelos y paredes deben ser de materiales y diseño de fácil limpieza, debe cuidarse la calidad del aire y muy especialmente la del agua.
Asimismo, el flujo de materiales y de personal debe ser tal que se evite el contacto entre zonas de máxima limpieza y zonas generales.


Los últimos avances tecnológicos han proporcionando maquinaria cada vez más sofisticada y automatizada que facilita y minimiza las posibilidades de error del trabajo y de control de todos los procesos que intervienen en la elaboración, envasado y distribución de los productos.

Para una mayor garantía en el resultado final, resulta fundamental trabajar de acuerdo con las Buenas Prácticas de Fabricación de Productos Cosméticos, que recogen todos los procesos implicados en la elaboración y control del producto.

De esta forma, se asegura que cada etapa se ha realizado siempre de la misma manera y que existe una trazabilidad que permite, a partir de un lote de producto acabado y envasado, realizar un seguimiento que lleve a los lotes concretos de materias primas y a todas las etapas que estuvieron implicadas en la elaboración. Las BPPC, junto con las normativas ISO 9000, permiten garantizar que el producto se fabrica siempre con el mismo nivel de calidad.

¿CÓMO SE CONTROLA LA CALIDAD DE UN PRODUCTO COSMÉTICO?

Para garantizar la máxima calidad del producto acabado es necesario realizar una serie de controles antes de la puesta en mercado de cada lote de producto. Para los productos cosméticos, los controles que se realizan son:
Controles microbiológicos: garantizan que el producto se encuentra por debajo de unos determinados límites de referencia y que no contiene sustancias patógenas.

- Controles físico-químicos: consisten en la medición de determinados parámetros y la comprobación de que los resultados obtenidos están dentro del margen de aceptabilidad que marcan las especificaciones del producto.

Controles organolépticos: suponen la valoración del color, olor y aplicabilidad del producto por comparación con un estándar de referencia.

Finalmente, sólo cuando todos los resultados obtenidos son correctos y por tanto el producto está de acuerdo con la calidad requerida, el producto se distribuye y llega al cliente final.

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